Instantes menos ibéricos

El viernes pasado estuve en Shiva y sin que yo (ni nadie de los que iban conmigo) lo pidieramos, musicalizaron parte de la noche a fuerza de Bersuit y Kevin Johansen.

Estuve un rato hablando con la camarera (que es la responsable de argentinizar el ambiente) y prometí ampliar su discografía argenta y de esa forma me obligaré a seguir yendo, aunque no tenga con quien; situación que puedo llegar a revertir ya que ese sitio está lleno del tipo de tipos que me gustan a mi ;)


Ayer fuimos a un lugar en Alicante que con solo cruzar la puerta ya me gustó. Me hacía acordar a La Argentina (boliche de Palermo) y no se si por eso, o por la onda de la gente + la música, me sentía re cómoda (algo que me pasó contadísimas veces en España)

Fuimos porque el lugar pertenece a un circuito de espectáculos unipersonales, monólogos, etc. Y nos tocó en SUERTE (y corresponde que lo escriba en mayúsculas) ver el espectáculo de quien desde ayer me proclamo admiradora: Bea Insa, Circus of Dreams. Por lo que cuando terminó su show, una performance que mezcla música, magia, clown y una actuación y un guión genial, me sentía mas que feliz de estar ahi.

Nos quedamos tomando algo y cuando empezó a sonar Boulevard me empecé a reir. Si bien no son una banda que me mate, era un buen tema para la BSO de esa noche que de tan natural resultaba extraña. Y encima hacía dos días había estado escuchando 1000 vivos -creo que por segunda vez desde que vivo aca-.

Me acerqué al DJ y le dije: Que haces pasando Los Pericos??
Meto mucha música argentina, me contestó. Y enseguida puso la versión Cadillac de Strawberry Fields Forever.

No se cual será el porcentaje de rock nacional que suena en Clan Cabaret, pero las ganas de reincidir son muchas.

Pueden tildarme de nostálgica empedernida, pero estar a miles de kilómetros de tu pais y encontrar un sitio que te haga sentir, aunque sea un instante, como en casa hace la vida del inmigrante mucho mas llevadera.