Es tan desolador el panorama en Elche un sábado despues de los mojitos, que mientras nos devanabamos los sexos pensando donde ir, decidimos que lo mejor sería echarlo a suertes: seguiríamos adonde fueran a los primeros que pasaran como para el centro (estabamos saliendo del Raval), salvo que cruzaran el puente. En ese caso, esperaríamos en el puente a los primeros que vinieran allende el Vinalopó.
Apareció una parejita que en cuanto nos formamos detras de ellos se encontraron con unos conocidos y se quedaron charlando, asi que esperamos guardando una distancia prudente y pasados unos minutos empezamos a impacientarnos y decidimos seguir a los próximos (parejita tambien).
Mirando como iba ella vestida (zapatos de taco aguja y minifaldita de volados) pensamos que seguramente no nos dejaría entrar adonde ellos fueran, pero se quedaron en la esquina como buscando algo (el coche creímos). Los adelantamos un poco esperando a ver que hacían, y fueron ellos los que se dirigieron a nosotros preguntando si iban bien para el centro y decidimos abortar el plan de inmediato.
Como los terceros tampoco nos sirvieron porque iban a cruzar, tuvimos que tomar las riendas y tras pasar por un DQuadros tan desértico que no daba ni para pedir los chupitos que nos habían regalado en la plaza, acabamos en el Shamrock, donde encontré este libro
Y aunque según lo que dicen no me hace falta, me puse a hacer los ejercicios. (el de los morritos es el que mas me gustó)
Menos este último que -a falta de centrímetro- no pude practicarlo.
8 comentarios:
Por cierto, le metí los cuernos a Artería con Adarve y debo decir que salieron airosos...
Pues nosotros estuvimos en el Germanes Meues. Había un sorteo de lo más interesante patrocinado por el Exzess y a Lidia le tocó un juguetito de lo más apañado.
Vaya noche de sábado, ¿eh? A eso le llamo yo vivir al límite.
Si te sirve de consuelo, yo que me quedé en casa subtitulando al español una película rumana hasta las 3 de la mañana.
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Quejoso de mi fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?
Piadoso me has respondido.
Pues, volviendo a mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías,
las hubieras recogido.
De que año era el libro? Esta genial!
Ruth: Qué suerte la de Lidia!
Torsimany: Vos tampoco te privás de nada...
Anis: No me fijé :( por colgarme haciendo los ejercicios.
siiiiiiiiiii
me tocó un lady finger muy apañao! jeje
Ah y no te hace falta para nada hacer esos ejercicios,guapa!
Lidia: Si ya es lindo de por sí ganar cualquier cosa, ganar un lady finger tiene que ser re buenísimo!
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