miércoles, agosto 6

Despiertame cuando pase el temblor

Anoche experimenté por primera vez en carnes propias un terremoto.



Fueron unos pocos segundos (3 ponele) en los que la cama vibró.
No me dió tiempo a terminar de entender lo que pasaba.
No me dió ningún terror, pero sí que esperé unos minutos para levantarme.

No se cayó ni se rompió nada, pero para mover la cama -conmigo encima- tiene que haber tenido una fuerza importante...




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estaba tumbado en el sofá viendo una peli y, aunque fue breve, hay que ver cómo se movió ¿eh? Yo tampoco me asusté pero sí me quedé un poco descolocado y no me refiero tan solo literalmente. Tras unos segundos me asomé a la ventana como buscando la complicidad de otro que lo hubiese sentido pero nadie pasó por la calle y nadie se asomó a otra ventana. En ese momento creí que era posible que lo hubiese imaginado.

Hoy, cuando se lo he dicho a Ruth y me ha dicho que sí, que lo había leído en unos cuantos Twitters esta mañana he sabido que era cierto.

Vaya rollo más tonto que te he soltado en un momento.

Anónimo dijo...

Un terremoto es algo catártico. Nos coloca en nuestro verdadero sitio en la tierra. Me da rabia habérmelo perdido pero a esas horas ya estaba durmiendo y a mí no hay quien me despierte.

Anónimo dijo...

Epa! Se sabe de cuantos grados?


Pido perdon anticipado:
"Yo cocinareee unas lenteeeejaaas hasta hasta que pase el hervoooor"

BioPuritas dijo...

ay que miedituh negra!!!
yo creo que me quedaría congelada unos cuantos minutos antes de moverme, pienso que esperando que no se mueva mas el piso!
que sensación mamita!