Anoche le regalaron a una amiga una caja llena de sombras de ojos y como tenía ganas de estrenarla me ofrecí como modelo.
Cerré los ojos y luego de unos minutos, cuando había alcanzado un grado de relajación y desconexión total, los abrí por un momento y vi a la maquilladora con mi boina puesta de lado y sus pincelitos trabajando sobre mi y viví en carne propia como se siente ser un cuadro del renacimiento.
1 comentario:
Cuánto habías fumado antes de alucinar semejante escena? :D
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